Videla: arte metafórico de un monstruo.

Videla; Jorge Rafael Videla, presidente de facto de nuestra república durante el periodo del 76 al 78, cuando se efectuaron la gran mayoría de las desapariciones y se mantuvieron en la clandestinidad bajo el ala de los centros de detención, un aparato supranacional que coagulaba todas las ramas del poder del estado (propio y extranjero) al servicio del terror y la eliminación total de la denominada subversión ideológica; es el personaje, tal vez para las mayorías, más icónico y representativo de las atrocidades cometidas, por lo menos desde esta perspectiva generacional; cada vez que leo un poema, un escrito, una memoria, un documento de investigación que refiere a dilucidar las sombras de la última dictadura civico-militar-empresarial-eclesiástica, no deja de ser representada su figura en mi mente; la gorra verde y el uniforme militar impregnado de secretos que se llevó a la tumba; ríos de sangre que, como en dada imagen, mancharon para siempre la terrorífica silueta del falcon verde oero que ayudaron vislumbrar su recorrido destructor. La imagen si bien es profundamente metafórica, es facilmente legible su subtexto; el auto imperante cuya forma se asemeja a la el gorro que hacer llover, de manera altiva, implacable, por su posición sobre la bandera de nuestro país; la espesura de la sangre la cual deja huellas dactilares imborrables sobre un vidirio a punto de quebrarse que refleja nuestra querida bandera, atravezada por las formas de represión mas brutales y mortales (hoyos hechos por balas) y la palabra confidencial escondida en lado inferior izquierdo de la imagen que da nombre a la situación, al no-evento, a lo negado no-sucedido. Personalmente no encuentro peor villano, no conozco, como argentino, un personaje más aterrador que la muralla impiadosa que fue Videla. Y cierro citando su respuesta, que el dia de hoy me produce todavía escalofríos, cuando le fue preguntado al general por un periodista si había escuchado lo que había dicho el papa Juan Pablo II respecto de los desaparecidos y que iba a hacer el gobierno para tratar esa “problematica”, que creo puede reconfirmar la perversidad y el cinismo característicos de este ser, que lo definen mejor que cualquier intento de describirlo : “...mientras sea desaparecido no puede tener un tratamiento especial, no tiene entidad, no esta muerto ni vivo, está desaparecido, frente a esto no podemos hacer nada”.

Comentarios