ENTREVISTA a Gallardo, Ramona; dilucidando cómo era la cotidianeidad en tiempos represivos.
Preguntas:
1) Primero, ¿cuántos años tenías en el año 1976? y segundo, cómo te enteraste, el 24 de marzo del mismo año, que el golpe de estado había asediado la casa de gobierno?
Yo tenía aproximadamente, porque no estoy segura, 17 años, y la información sobre el golpe de estado no fue inmediata, es decir, no me enteré el mismo día; a partir del 24 hasta no ser una semana después, más o menos, no sabíamos con exactitud qué estaba sucediendo, sino que hubo una especie de revolución en Plaza de Mayo según llegaban comentarios de vecinos que trabajaban en capital, que días después confirmaron muy someramente los medios que habían sacado de casa de gobierno a la “mujer de Perón”, pero aun asi seguiamos sin saber por qué, más teniendo en cuenta que ni yo ni ninguno en esta familia estaba involucrado en la política.
2)¿Cuáles fueron los cambios principales que notaste en el panorama general, nacional, post-golpe?
El primer cambio del que tuvimos conocimiento fue el tema de los horarios, osea el estado de sitio, de lo que tomamos conocimiento también en este caso, por la gente, por los vecinos, y después por los medios de comunicación, pero sin ahondar en detalles; ya para las 21:30 todos los días estábamos encerrados en casa: después de las 22:00 ya no andaba prácticamente nadie en la calle, no atisbabas ni un colectivo; los padres no dejaban salir a los chicos. En varias oportunidades nos juntabamos con nuestros familiares o gente del barrio en la esquina, y por esos flujos de la charla se nos hacía tarde, y ,de repente, la charla se cortaba en seco porque veíamos a dos cuadras mas o menos, a los colectivos verdes, que venía desde atrás de la vía, por lo que empezábamos a rajar todos a nuestras casas e incluso hacíamos entrar a unos amigos hasta que pasen esos colectivos porque no llegaban a entrar a sus propias casa, y se sabía por fuente de boca en boca, de que si te veían te podían llevar o te cagaban palos con esos palos de goma que tenían con total impunidad, entonces no alcanzaba con “no hacer nada” para que no arremetan contra uno y nadie quería averiguar lo contrario; sabíamos que nos podía pasar algo. Incluso en esos tiempos mi suegra Esther, empezaba a cerrar el almacén cada vez más temprano, de nuevo, por el miedo de que los milicos entren al local. Eso más que nada durante la noche. Durante el día, de lo que estábamos más que nada atentos a los falcon verdes, sabíamos de su presencia pero gracias a dios, ni a mi ni a nadie de mi círculo íntimo nos pasó nada ni se llevaron a nadie, pero no podíamos decir que éramos libres; si te veían juntado en grupo te tomaban como montoneros.
3) ¿Era posible enterarse sobre los enfrentamientos armados entre los denominados “subversivos y milicos” y, esencialmente, sobre la desaparición de los primeros?¿eran parte de las conversaciones entre vecinos, o entre familia?
Si, sabíamos que se llevaban grupos de jóvenes principalmente, más para el lado de Avellaneda, que se mataban( entre ellos y las fuerzas armadas) con las armas; era bastante jodido por esos lados, no como acá en Alsina, eramos gente común, de trabajo. Lo poco que nos enterabamos, lo que sabíamos, se compartía rápidamente y no se hablaba mucho; había miedo a hablar y a hacer, y nosotros nos limitabamos a no cuestionar; había mucha desconfianza, entonces no opinabas ni hablabas mucho del tema con las otras personas, porque estaba eso de que capas le contaba eso a un gorra, no sabías que conocidos tenían y capas te mandaban en frente. Sabíamos que los cantantes se iban, que escapaban también.
4)¿Conocías íntimamente a alguien que haya sido desaparecido forzadamente, o de lo contrario, que haya participado de manera activa y sistematica en la desaparición de personas?
Desaparecidos, nada, nadie. Ahora, la madrina de mi tercer hijo, una amiga muy cercana al igual que su marido trabajaba en el servicio de inteligencia de la policía, de lo cual no enteramos en una noche de viernes cuando nos juntabamos a comer como usualmente haciamos, ya a finales del ‘83, y que nos pidió que no le contáramos a nadie y que mantuvimos ese secreto; lo peor, nos contó que él había aparecido en una lista que decía que ya tenían los horarios (del movimiento dentro y fuera de la casa y de los individuos que la habitaban) y direcciones de donde vivía la familia y que en cualquier momento lo levantaban. Antes de enterarse eso él con la familia vivían en Flores, y después de eso se mudaron a Claypole, a 3hs del trabajo, donde vivieron como 15 años aproximadamente. El “hacía figurar” que trabaja en el Automóvil Club, un institución donde se iba a hacer los trámites y los papeles de los coches. Y de hecho trabajaba ahí, pero para cualquiera que preguntase el trabajaba solo ahí. Ya te digo, que el trabajaba para la policía y encima con un rango alto, no nos enteramos recién esa noche muchos después de la mudanza y la tramoya de escape.
5)¿Cómo se sintió, a nivel colectivo, que clase de revuelo causó, la “vuelta” de la democracia?
Fue una fiesta; más que nada recuerdo las cuadras y cuadras de gente que festejaba por la vuelta de la democracia en Plaza de Mayo, había un sentimiento de libertad muy presente, de libertad renovada, como que nos sacabamos una mochila de encima. Igual, todo lo que te estoy contando es una reconstrucción de un rompecabezas, de piezas esparcidas por todos lados, de datos que fui recolectando con los años, no era tan fácil informarse en ese entonces, y tampoco fue como que, una vez Alfonsin como presidente, salieron todos los medios, como ahora si se puede y se hace, a hablar abiertamente sobre la situación. Nosotros pensábamos que se terminaba tods, pero a la vez nos habíamos ya hecho la idea de que en realidad no, porque nos seguimos enterando de cosas, o sea que incluso en democracia, los milicos tenían poder y seguian presentes en el panorama.
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